SpaceX comenzó hoy su ajetreado año con el lanzamiento de otro lote de satélites de Internet Starlink desde el Centro Espacial Kennedy de Florida. Un cohete Falcon 9 que transportaba 29 naves espaciales Starlink despegó a las 3:10 a.m. EST (0810 GMT) desde el histórico Pad 39A, marcando la 103ª misión Starlink dedicada de la compañía solo en 2023.
Este lanzamiento subraya el ritmo implacable de SpaceX en la expansión de su ambiciosa red Starlink. Este último grupo de satélites se unirá eventualmente a los más de 8.800 que ya están operativos en la órbita terrestre baja, formando la constelación de naves espaciales más grande del mundo hasta la fecha.
El cohete Falcon 9 empleado para esta misión es un veterano de los vuelos espaciales. Designado propulsor 1069, su primera etapa completó un aterrizaje exitoso en el barco no tripulado de SpaceX “A Shortfall of Gravitas” en el Océano Atlántico aproximadamente ocho minutos y medio después del despegue. Este lanzamiento marcó el vuelo número 28 del propulsor 1069, acercándolo al récord de 31 misiones consecutivas establecido el mes pasado por otro propulsor Falcon 9.
Menos de una hora después de la salida, aproximadamente 64 minutos en su trayectoria, la etapa superior del cohete desplegó los 29 satélites Starlink en sus órbitas designadas.
Este flujo continuo de lanzamientos ha suscitado debates en curso sobre la magnitud y el posible impacto ambiental de megaconstelaciones como Starlink. SpaceX sostiene que estas vastas redes son vitales para expandir el acceso global a Internet, particularmente en áreas desatendidas. Sin embargo, los astrónomos y algunas agencias espaciales han expresado su preocupación por la creciente contaminación lumínica que estas constelaciones crean en nuestros cielos nocturnos. Este debate en curso destaca el complejo equilibrio entre el avance tecnológico y sus implicaciones más amplias para la investigación científica y la preservación del medio ambiente.
