Un nuevo análisis científico cuantifica las cantidades sorprendentemente pequeñas de ingestión de plástico que pueden resultar fatales para los animales marinos. Publicado en las Proceedings of the National Academy of Sciences, el estudio sintetiza datos de más de 10.000 autopsias de aves marinas, tortugas marinas y mamíferos marinos para determinar dosis letales de plástico. Los hallazgos resaltan la amenaza inmediata y mortal que representa la contaminación plástica para los ecosistemas oceánicos.
Cuantificando la amenaza
Los investigadores calcularon la cantidad de plástico necesaria para matar al 90% de los animales expuestos. Los resultados fueron sorprendentes: aproximadamente dos pelotas de béisbol de plástico pueden matar a una tortuga marina, tres terrones de azúcar son suficientes para dañar mortalmente a un frailecillo y el plástico de una sola pelota de fútbol puede matar a una marsopa. Estas cantidades subrayan cómo incluso cantidades relativamente pequeñas de plástico ingerido pueden tener consecuencias catastróficas.
Análisis basado en datos
El estudio se basó en 53 proyectos de investigación independientes realizados en todo el mundo, que abarcan 57 especies de aves marinas, 31 especies de mamíferos marinos y siete especies de tortugas marinas. Casi la mitad de las especies incluidas en el análisis ya están clasificadas como amenazadas, vulnerables, en peligro o en peligro crítico, lo que sugiere que la ingestión de plástico está exacerbando los desafíos de conservación existentes.
Más allá del entrelazamiento: la crisis de la ingestión
El estudio se centra específicamente en la ingestión, es decir, animales que tragan restos de plástico. Este es un aspecto crítico del problema de la contaminación plástica que a menudo queda eclipsado por el problema más visible del enredo en aparejos de pesca y otros desechos plásticos. Si bien enredarse es una amenaza importante, la nueva investigación demuestra que incluso cantidades aparentemente pequeñas de plástico ingerido pueden ser fatales.
El panorama más amplio
El estudio no incluye datos sobre los microplásticos (pequeños fragmentos de plástico invisibles a simple vista) que son cada vez más frecuentes en los entornos marinos. La ausencia de datos sobre microplásticos es significativa porque estas partículas más pequeñas son fácilmente ingeridas por una gama más amplia de especies marinas, incluidos los animales que se alimentan por filtración y los que se alimentan de plancton. Los hallazgos sugieren que el verdadero impacto de la contaminación plástica en la vida marina puede ser incluso mayor de lo que se entiende actualmente.
Implicaciones para la conservación
La investigación refuerza la urgente necesidad de reducir los desechos plásticos que ingresan a los océanos. Los datos proporcionan una medida clara y cuantificable del daño causado por la ingestión de plástico, que puede informar los esfuerzos de conservación y las decisiones políticas. Reducir la producción de plástico, mejorar la gestión de residuos y prevenir la fuga de plástico a los ecosistemas marinos son pasos esenciales para proteger a las especies vulnerables.
Los hallazgos del estudio son un claro recordatorio de la amenaza inmediata y mortal que representa la contaminación plástica para la vida marina. Al cuantificar las dosis letales, la investigación proporciona una evidencia fundamental para abordar esta crisis ambiental global.





























