Isaacman retrocede controvertido plan de la NASA en medio de la crisis de financiación y el calor de la carrera espacial

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La selección de un nuevo director para la NASA se está calentando, coincidiendo con un enfrentamiento presupuestario que ha sumido a la agencia en el caos. Jared Isaacman, un multimillonario tecnológico y veterano de SpaceX elegido por el presidente Donald Trump (nuevamente) para este papel clave, se encuentra envuelto en una controversia sobre los planes filtrados para reformar la estructura y las prioridades de la NASA.

La defensa de 2.000 palabras de Isaacman de su propuesta, “Athena”, en X (anteriormente Twitter), se produce cuando miles de funcionarios de la NASA están despedidos debido al cierre del gobierno federal. Este estancamiento ha dejado a una agencia espacial crítica tambaleándose, agravando las preocupaciones sobre la inestabilidad del liderazgo que ya han desmoralizado a muchos trabajadores.

Un plan polémico y preguntas sobre el calendario

El documento filtrado de 62 páginas, reportado por primera vez por Politico, describe la visión de Isaacman para la NASA, generando temores entre algunos actores de la industria y burócratas de que programas importantes como el Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS), el colosal cohete lunar de la NASA, y Gateway, una estación espacial lunar planificada, estén en peligro. También surgieron especulaciones sobre posibles cierres de varios centros de la NASA repartidos por todo el país.

Isaacman insiste en que esta versión filtrada es un “borrador preliminar” obsoleto, y enfatiza que nunca fue una propuesta final y carece de contexto. Afirma que sólo existió una copia impresa y que nunca se distribuyó un plan más completo que abarcara más de 100 páginas. También afirma que el documento fue tergiversado intencionalmente por ciertos partidos, lo que sugiere que están en juego maquinaciones políticas.

“El informe nunca sugirió ni remotamente que Estados Unidos podría prescindir del Laboratorio de Propulsión a Chorro”, afirmó Isaacman en X. “Personalmente, he defendido públicamente programas como el Observatorio de rayos X Chandra… cualquier cosa que sugiera que soy anticientífico o que quiero subcontratar esa responsabilidad es simplemente falso”.

Sin embargo, su plan propone una reestructuración significativa dentro de la NASA, centrándose en una toma de decisiones simplificada dando prioridad a los ingenieros y minimizando los obstáculos burocráticos. Esto ha generado preocupaciones sobre una posible interrupción de los flujos de trabajo establecidos y los compromisos a largo plazo.

Un panorama cambiante: el factor China y los retrasos de Artemis III

La controversia en torno a la nominación de Isaacman se produce en un contexto de creciente competencia global en la exploración espacial, principalmente entre Estados Unidos y China. Si bien la NASA apunta a un alunizaje tripulado para 2027 con su misión Artemis III, este objetivo enfrenta constantes retrasos. Mientras tanto, China tiene como objetivo convertirse en el primero en llevar astronautas a la luna alrededor de 2030.

Para aumentar la presión, los estrechos vínculos de Isaacman con el fundador de SpaceX, Elon Musk, han llamado la atención sobre un posible sesgo hacia SpaceX en los contratos de la NASA. Actualmente, SpaceX tiene un contrato de 4.200 millones de dólares para la versión del módulo de aterrizaje lunar Artemis III de Starship, pero el programa está muy retrasado. El administrador interino de la NASA, Sean Duffy, reabrió recientemente el proceso de licitación para el módulo de aterrizaje Artemis III, para disgusto de Musk.

Esto significa que la NASA ahora debe sopesar propuestas competitivas tanto de SpaceX como de Blue Origin (fundada por Jeff Bezos), agregando otra capa de complejidad al ya precario comienzo de liderazgo de Isaacman.

La incertidumbre que rodea al futuro liderazgo de la NASA, junto con el presupuesto estancado, crea un entorno desafiante para la agencia mientras corre contra el tiempo para recuperar su equilibrio en la carrera espacial global.