Los golfistas conocen muy bien la sensación de hundimiento: un putt aparentemente perfecto rueda hacia el hoyo, golpea el aro y vuelve a salir. Este frustrante fenómeno, a menudo denominado “labio afuera”, no es sólo mala suerte: es una consecuencia de la física y las matemáticas. Un nuevo estudio publicado en Royal Society Open Science arroja luz sobre la mecánica detrás de estos momentos enloquecedores, explicando por qué una bola aparentemente puede desafiar la gravedad y escapar del agujero.
Comprender el momento angular y el ‘labio exterior’
El “labio hacia afuera” más común ocurre cuando un putt se golpea con demasiada fuerza y llega al hoyo ligeramente descentrado. Esto crea una competencia entre dos formas de momento angular, que es esencialmente la medida de la fuerza de rotación de un objeto. Para que un putt tenga éxito, el momento angular que impulsa la bola hacia el hoyo debe ser mayor que el momento angular que hace que gire alrededor del borde del hoyo. Cuando gana la fuerza de rotación alrededor del aro, la pelota rebota.
El papel del giro en raros ‘Lip Outs’
Un tipo de “labio afuera” más raro y aún más desconcertante ocurre cuando la bola parece caer en el hoyo antes de volver a salir inesperadamente. Según el matemático aplicado John Hogan de la Universidad de Bristol, coautor del estudio, esto a menudo se debe al giro. El giro significa que la bola gira alrededor de un eje perpendicular al suelo o a la pared del hoyo una vez que está dentro.
Aquí hay un desglose del proceso:
- La pelota desciende, convirtiendo su energía potencial (energía debida a su posición) en energía de rotación (giro).
- Ese giro luego se convierte nuevamente en energía potencial, creando suficiente fuerza para lanzar la bola nuevamente fuera del hoyo.
Tendencias más amplias en física deportiva
El fenómeno del “labio afuera” no es exclusivo del golf. Eventos impredecibles similares ocurren en otros deportes, como una pelota de baloncesto bailando en el aro antes de caer (o salir) del aro. Esta investigación se alinea con una tendencia creciente de aplicar análisis físicos y matemáticos para explicar eventos aparentemente ilógicos en varios deportes, incluidos el béisbol y el squash. Estas investigaciones pretenden desmitificar la mecánica detrás de estos momentos, ofreciendo una comprensión más profunda de las fuerzas en juego.
Buscando soluciones: un desafío para los golfistas
Si bien la investigación aclara por qué ocurren los “labios abiertos”, no proporciona soluciones inmediatas. John Hogan, que no juega golf, lo reconoce y afirma que descubrir cómo prevenir estos momentos frustrantes es un desafío que es mejor dejar en manos de los profesionales. El objetivo principal del estudio era iluminar la física subyacente, dejando a los golfistas aprovechar esta nueva comprensión para mejorar su juego.
En última instancia, esta investigación no trata de resolver un problema de golf, sino de revelar la fascinante física en juego en un escenario deportivo familiar.
La investigación destaca las formas intrincadas y a menudo sorprendentes en las que la física gobierna el mundo de los deportes, transformando un momento frustrante en una oportunidad para apreciar la belleza de los principios científicos en acción.
