Abeja diabólicamente hermosa descubierta en Goldfields de Australia

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Una especie de abeja recientemente descubierta que luce pequeños “cuernos” ha sido revelada en la remota región Goldfields de Australia Occidental. Llamado Megachile (Hackeriapis) lucifer, este sorprendente recién llegado arroja luz sobre la vasta biodiversidad inexplorada dentro de las poblaciones de polinizadores nativos de Australia.

La abeja fue encontrada durante un estudio de Marianthus aquilonarius, una flor silvestre en peligro crítico de extinción restringida a la Cordillera Bremer, ubicada entre las ciudades de Norseman y Hyden. El Dr. Kit Prendergast, investigador adjunto de la Facultad de Ciencias Biológicas y Moleculares de la Universidad de Curtin, hizo el descubrimiento mientras observaba a la abeja visitando tanto la rara flor como los árboles mallee cercanos.

“La hembra tenía estos increíbles cuernos en la cara”, explicó el Dr. Prendergast. “Mientras escribía la descripción de la nueva especie, estaba viendo el programa de Netflix Lucifer en ese momento. ¡El nombre encajaba perfectamente!”

Este guiño juguetón a la apariencia diabólica de la abeja combinado con el origen latino de “lucifer”, que significa “portador de luz”, consolidó el apodo único. El análisis de ADN confirmó que tanto los especímenes masculinos como femeninos pertenecían a la misma especie, distinguiéndolos de cualquier abeja conocida en bases de datos existentes o colecciones de museos. De hecho, este es el primer miembro nuevo de este grupo de abejas que se describe en más de dos décadas, un testimonio de los misterios perdurables que rodean la vida australiana.

Más allá de su aspecto cautivador, el descubrimiento subraya la necesidad crítica de una comprensión más profunda de las abejas nativas antes de que sus hábitats sufran alteraciones. El Dr. Prendergast enfatizó que tanto la abeja recién descubierta como la flor silvestre en peligro de extinción comparten el mismo hábitat limitado dentro de la Cordillera de Bremer. Esto los hace vulnerables a amenazas compartidas como las actividades mineras, la fragmentación del hábitat y el cambio climático.

“Muchas empresas mineras todavía no realizan estudios de abejas nativas”, afirmó el Dr. Prendergast. “Podríamos estar pasando por alto especies no descubiertas, incluidas aquellas esenciales para sustentar plantas amenazadas y ecosistemas enteros”. El descubrimiento subraya que corremos el riesgo de perder estos componentes vitales de la biodiversidad antes de que sepamos que existen.

La inauguración de esta abeja única coincide con la Semana Australiana de los Polinizadores, una celebración anual que reconoce el papel indispensable que desempeñan los polinizadores como las abejas, las mariposas y otros insectos en el mantenimiento de ecosistemas saludables y la producción de alimentos.